por Florencia de la Carrera
Hoy mirando hacia atrás y rescatando lo positivo que nos dejo la pandemia, puedo decir que fueron varias cosas. Sin duda fueron momentos difíciles, pero también momentos para detenernos y observar las caóticas vidas que llevábamos. Pasamos de estar fuera de casa la gran parte del día a estar encerrados con mucho tiempo de ocio.
Al estar más en casa, tener que trabajar y compartir los espacios entre todo el núcleo familiar, las personas se empezaron a dar cuenta de la importancia de su refugio/hogar; que muchas veces había pasado a segundo plano. Así fue como comenzó una locura por repensar los espacios, y reutilizar los muebles u objetos que teníamos para darle nuevas funciones.
En consecuencia, las personas se dieron cuenta que son capaces de decorar su casa, mejorar sus espacios y que no hay nada mejor que vivir en un espacio armónico, lo que se creía que era un lujo de algunos pocos. Además, los más atrevidos incursionaron en reciclar y/o restaurar muebles antiguos, tanto para sacarle mayor partido a su casa, como también una terapia de distracción o hobby.
Los muebles antiguos cargan una historia, muchas veces emocional y se vuelven un tesoro, que debemos cuidar como tal y ser super precavidos en la remodelación que le damos, sobre todo porque cuando se diseñó y fabricó. El autor plasmó ahí su esencia y estilo de la época. La clave está en hacer reparaciones e intervenciones sutiles que le entreguen carácter al mueble para darle un nuevo aire mediante distintas técnicas.
El lavado de madera por ejemplo, es una técnica que consiste en quitar todo el barniz y tinte de los muebles (generalmente antiguos) y dejar la madera en su color y brillo natural. Antiguamente se utilizaba mucho oscurecer las maderas y aplicar un barniz brillante encima, hoy se usa todo lo contrario, que sería una madera lo más natural posible y sin brillo; es por eso, que la técnica de lavado de madera es una muy buena alternativa para reutilizar algún mueble antiguo.
Los materiales y herramientas que se usan son:
Removedor universal, brocha, espátula, gubias, virutilla, cepillo de cerdas metálicas, guantes, mascarilla, paño y cera incolora.
Los pasos son los siguientes:
Aplicar el removedor universal sobre el mueble con una brocha
Esperar 5 min que el removedor actúe (se notan unos gorgoritos cuando ya esta listo para retirar)
Quitar el removedor con la espátula, tiene que salir el barniz, si este no sale, esperar un tiempo más.
Con mucho cuidado pasar la espátula, gubias y virutilla por la marquetería (sin duda este es el paso más difícil porque hay que tener mucho cuidado con los detalles para no pasarlos a llevar y romper la marquetería)
Limpiar con un paño los restos de remover
Pasar lija suave por todo el mueble
Aplicar una cera incolora, con un paño sin pelusa, pasando el paño en forma circular.
Ojo: si los muebles son enchapados, si se puede hacer un lavado de madera, pero con mucho cuidado pasar las herramientas, para no romper la chapa y nunca pasar un tip top (cuchillo cartonero).
Finalmente, ya no hay excusas para tener buenos muebles pero que están pasados de moda. Con esta técnica, lo único que se necesita es tiempo y ganas de darle un re-fresh a tu casa. Es importante siempre seguir las instrucciones de seguridad de los productos, sobre todo si trabajamos en espacios cerrados. Recomiendo siempre planificar lo que se va a hacer y destinar el tiempo necesario para hacer el trabajo con calma y disfrutarlo, esto ¡sin duda ayuda a obtener mejores resultados!
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